Tenía pendiente de escribir este articulo desde hacía un tiempo, pero temiendo que a alguien no le hiciese gracia, lo había postergado. Al final la curiosidad ha podido más y aquí estoy dándole a la tecla.
Como sabéis soy un escritor que autopublica sus libros técnicos y sus novelas en Amazon, debido principalmente a dos motivos:
La pereza que me dá el buscar una editorial tradicional a la que le guste mis novelas (quizá no la encuentre)
La ansiedad que me provoca el tener terminada una novela en el ordenador y tener que esperar a la editorial del punto anterior.
Hace un tiempo decidí al igual que llevo haciéndolo muchos años en mi vida profesional (esa que es ajena a la escritura, con la que me gano la vida), intentar aprender de los mejores.
Empecé a moverme en las redes sociales (lento e inexperto) y a mirar en Amazon, aquellos escritores españoles que autopublicaban y que tenían muchos comentarios y seguidores. Debido de nuevo a mi pasado profesional (he recorrido miles de kilómetros en coche, tren, avión, barco, etc.) nunca me ha dado pereza el desplazarme a un determinado lugar para encontrarme con alguien y hablar (profesionalmente negociar).
Viendo en las páginas web de alguno de ellos que no vivián muy lejos, me animé a comprar sus libros y a enviarles un email para intentar quedar con ellos y que me contasen su experiencia. En el proceso de compra de libros, todo eran atenciones, pero a la hora de establecer una fecha para tener una reunión desaparecían (dejaban de responder a mis emails). Evidentemente no voy a dar sus nombres (no merece la pena). Y eso que les dejaba bien claro que YO PAGABA LA CENA.
Afortunadamente no ha sido así en todos los casos y personas como Carlos Bassas (@BassasCarlos) no han tenido inconveniente en tomar un café conmigo y compartir sus técnicas y vivencias conmigo. Aquella tarde fue muy enriquecedora. ¡Gracias Carlos!
¿Que pasa? ¿Tienen de que les roben sus secretos? ¿Tienen de que les roben sus lectores?. No se que misteriosos secretos pueden esconder y si sus lectores tienen limitados el número de libros yo desde luego no los quiero.
Ahora entiendo cuando a su vez otras personas que querían dedicarse a escribir, se han acercado a mí y les he dedicado gustosamente mi tiempo la agradable/extraña sorpresa que se han llevado. Por mi parte estoy muy orgulloso de haber podido ayudar un poquito a que sus libros vean la luz. Algunos casos de estos son gente fantástica como Eduardo Valencia (@eduardovalencia) y Alberto Martinez Arribas (@Almtnez). Ambos han publicado recientemente y ambos me han enviado un ejemplar de su libro ¡Gracias Eduardo! ¡Gracias Alberto!
No entiendo como personas que dependen de sus movimientos en la Redes Sociales y que todo el día están en Twitter o Facebook, luego no quieran «compartir» por le método tradicional (hablar). Debe ser que les asusta el cara a cara y las distancias cortas.